Hallucinations.
»Where is my mind? Way out in the water, see it swimming.
— Pixies.
— Pixies.
Ella cierra los ojos, rojos por las lágrimas que duraron toda la noche. Ella intenta no pensar en la extraña figura que está frente a ella siempre que abre los ojos.
Esa figurilla es femenina y hermosa, es igual a ella, sólo que más bella y menos ojerosa. Esa figurilla le habla sobre lo maravilloso que es la vida ahí afuera. Allá, donde sólo estuvo una vez, ese mundo que en algún momento de su infancia era su realidad.
— Pero eso no existe ahora — le reclama la figurilla desde el borde de la bañera. Ella suspira. Sabe que no va a volver a ver la luz del día, y no le importa, es feliz así: llorando y quebrándose cada noche por él.
Ella se recuesta en la impersonal cama, aquella a la que se acostumbró después de dos años internada en ese lugar. La figurilla se recuesta a su lado y la arropa suavemente con las sábanas; la figurilla besa al cobrizo que ella no puede olvidar.
Por eso está en ese horrible lugar. A ella no le importa, ella es feliz viendo quela figurilla está con su vampiro. No le afectaba que por culpa de esos dos, estuviera en ese hospital psiquiátrico.
No importaba. No importaba que su cordura este en un basurero. No importaba que sus padres sufrieran viéndola hablar con sus alucinaciones. No importaba que el resto del mundo desapareciera para ella.
¿Por qué? Porque ella está tranquila viviendo su felicidad a través de la figurilla. La figurilla es como él, la figurilla lo tiene y la figurilla logró que él la quisiera.
Ella está feliz con sus alucinaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario