jueves, octubre 20, 2011

Otra vez — Capítulo doce.

Disclaimer: Meyer es la dueña de crepúsculo y sus personajes. La trama y los personajes nuevos son míos. La canción pertenece a Paramore.

Advertencies:

OoC: Out of character
AU: Alternative universe
OTP: One true pairing
OC: Original character

— Hecho — Enlace mi meñique con el suyo y Sam los dividió. Caí en cuenta de lo que había hecho y tome mi rostro entre mis manos

¡Tendremos una cita!

La chingada madre.

Capítulo 12 — San Valentín

He estado pensando en todo lo que quiero ser
He estado pensando sobre mí, sobre tú y yo
Esta es la historia de mi vida
Estas son las mentiras que he creado

The Story – 30 Seconds to Mars

Apunte con cuidado, justo a la cabeza; tome impulso y eche mi brazo hacía atrás dispuesta a darle con fuerza, pero antes de que pudiera lanzar, Sam me había atrapado el brazo.

— No — Musitó en voz baja y yo hice un puchero bajando mi zapato.

— Pero él me va a obligar a tener una cita — Le dije fastidiada.

— Tú aceptaste, es tu culpa — Dijo sonriente y en voz alta. Rodé los ojos y me puse mi zapato. — Debes conseguir una cita, ¡No es tan complicado!

¿Qué no es complicado? Por supuesto que lo es. No he tenido citas serias en cuatro meses y de la nada tenía que conseguir una. Mis únicas citas habían terminado en sexo en un departamento desconocido con algún desconocido. Y debía conseguir una cita si no quería hacer doble tarea de biología y no ser cien dólares más pobre. Masajee mis sienes desesperada por encontrar con quien salir; quizá podría invitar al ridículo San Valentín a Mike Newton.

¿Es en serio? ¿Newton “el perro” Mike? ¿A tanto nos hemos rebajado?

Solté un sollozo, eso era tan deprimente. ¿De dónde sacaría una cita? Mire a Zac y sonreí, con pasos apresurados llegue a su lado.

— ¿Zac? — Musite y él me miro fijamente — ¿Serías mi San Valentín mañana? — Negó con la cabeza muchas veces y yo puse dramáticamente una mano en mi pecho  — ¿Por qué? ¿Acaso no soy tu tipo? — Soltó una carcajada y negó con la cabeza.

— Ya tengo una cita, Bella. Y no eres mi tipo, eres demasiado…oscura, sarcástica, violenta e impulsiva —  Término sonriente.

— ¿Cuál es la idea de decirme mis defectos? — Le pregunte frunciendo el ceño.

— Recordarte que nunca saldré contigo — Aseguró — Consíguete una cita — Repitió y yo tome mi rostro entre mis manos y solté un grito ahogado.

— ¡No puedo! — Exclame desesperada — ¡No puedo conseguirme una cita! Maldita sea, dime de donde carajos saco una cita. Tú mismo lo dijiste ¡Soy impulsiva! Y por eso acepte la jodida apuesta — Me cruce de brazos furiosa conmigo misma y resoplé enojada.

— Cálmate, Bella — Me pidió Josh y alboroto mi cabello — No creo que sea tan difícil.

— Lo es — Musite — ¿Justin? — Lo llamé.

— ¿Sí?

— ¿Para qué es la cita? ¿Una fiesta? ¿Una cena? — Le pregunte preocupada porque me iba tocar hacer.

— El baile de Cupido del instituto — Me respondió y se encogió de hombros. Lo mire sorprendida, ¿Baile? Ya no era tan malo el hecho de bailar, mi equilibrio había mejorado lo suficiente para poder bailar unos pasos básicos.

— Hagamos algo — Le dije sonriendo y llegando a su lado — En cada baile siempre habrá un perdedor sin pareja.

— Si… — Me dijo dudando.

— En este baile seré yo — Me miro confuso y yo sonreí — Yo iré sin pareja y habrá alguien sin pareja que será mi pareja.

— Suerte con eso — Aseguro sonriente  — ¿Quién graba hoy? — Me encogí de hombros.

— Hoy empezamos a grabar voces — Aseguro Alice desde el sofá — Te toca a ti, Bella — Me dijo sonriente.

— De acuerdo — Musite.

— ¿Puedo tomar agua? — Le pregunte a Carlisle y él asintió. Tomé la botella de agua del suelo y bebí extasiada.

  ¿Mejor? — Me pregunto Carlisle a través de un extraño micrófono, asentí — Intenta agudizar más la voz al final del coro ¿De acuerdo? — Asentí nuevamente y recogí mi cabello en una coleta. Acomode los enormes audífonos en mis oídos y tomé aire para empezar a cantar.

Mientras cantaba Carlisle o Jasper me decían que debía hacer con mi voz, si agudizarla o ponerla grave; en que partes debía alargar una nota y poner falsetes en la canción. Incluso Carlisle me elogió el tono de mi voz.

Bien, Bella. Intenta mantener la nota, pero agudizando la voz — Asentí, era complicado mantener notas tan agudas e irlas agudizando más.

— ¿Así estuvo bien? — Le pregunte. Carlisle y Jasper cruzaron una mirada y asintieron casi al tiempo.

¿Sabes que esa nota es muy complicada? — Me pregunto Jasper y yo fruncí el ceño — Fue un Fa6, esa nota es la más aguda en los sopranos — Me dijo sorprendido y yo sonreí orgullosa de mí misma.

— Gracias, supongo — Le dije y él sonrió recostándose en la silla


— ¿Sabes que me dijo Jasper? — Musite contenta caminando hacia Sam en la sala Cullen.

— ¿Qué? — Me pregunto.

— Dijo que mi voz era excepcional y el hecho de que pudiera alcanzar una nota tan aguda, hacía de mi voz casi única — Le dije sonriente y orgullosa de mí. Sam rodo los ojos y miro a Jasper.

— Gracias por elevarle más el ego — Le dijo con voz aburrida y yo le saque la lengua.

— ¿Vamos a casa? — Pregunto Josh — Quiero dormir y comer algo que no sean barritas de cereal y dulces. — Pidió desesperado y yo me encogí de hombros.

— A casa. A casa. — Dijo Sam estresada empezando a caminar hacia la puerta. Tomé mi bolso del suelo y le seguí los pasos lentamente. Seguía con el orgullo por el cielo, pero mi pie se doblo y caí al suelo, escuche la carcajada de Justin y me levante del suelo, enojada por el hecho de haber vuelto a mi patético equilibrio.

— Vámonos. Yo quiero ahogarme en mi pena antes del San Valentín — Tome la muñeca de Justin y lo empecé a arrastrar a la puerta — ¡Te veo, Esme! ¡Adiós, Jasper! — Dije antes de salir.


 Mire mi ropa con cuidado. Hoy era nuestro primer concierto serio, no iba a ser en un bar ni en el capo de la camioneta, iba a ser en un pub de estilo inglés en Port Ángeles; trague saliva asustada, no sabía cómo lo iba a hacer y estaba dudando sobre nuestro futuro éxito, ¿Cómo iba a tomar la gente nuestra música?

Anoche no había dormido por la emoción. Ahora me encontraba en ropa interior y mallas sosteniendo los shorts que me iba a poner — Olvídalo — Musite para mí y me puse los shorts, encontré una camiseta gris holgada y también mis converse rojas. Tomé el cepillo de cabello y lentamente cepille cada mechón, trence un delgado mechón, luego me delineé los ojos con cuidado y me eche un simple labial color rojo rosa. Le sonreí al reflejo en el espejo, me puse mi brazalete de taches y mi larga cadena negra con un dije de corazón de cristal. Baje las escaleras lentamente y escuche dos chiflidos, le sonreí a Justin y Sam.

— ¡Te ves bien! — Dijo Sam sonriente y yo rodé los ojos.

— Tú te ves sexy — Le dije y señale su atuendo. Consistía en unos ajustados jeans combinados con tenis y una camiseta blanca con la boca de The Rolling Stones.

— Carlisle llamó — Dijo Zac apareciendo por las escaleras — Dice que tenemos que estar en el pub a las 10 am.

— Pero son las siete de la mañana — Se quejo Justin.

— Hay que esperar — Respondió Zac encogiéndose de hombros.

Dos horas y muchas partidas de cartas después, estábamos frente al pub en el que tocaríamos; cada uno con un tic distinto: Josh movía su pierna arrítmicamente, Zac hacía muecas ridículas, Justin estaba recostado y pasaba una y otra vez las manos por sus rizos castaño claro y Sam chocaba los dedos contra el tablero del auto repetidas veces.

— ¡Ya! — Grite estresada — Se van a calmar, por la chingada y puta madre, vamos a bajar, vamos a tocar canciones cursis a los tipos que estén allá y saldremos con la frente en alto pase lo que pase ¿Vale? — Inquirí, intentando calmar a los chicos; ellos asintieron al tiempo y se empezaron a bajar de la camioneta. Solté todo el aire y me baje, un hombre alto, de tez blanca y cabello al estilo de Kurt Cobain estaba apoyado en la puerta y sonrió apenas nos vio.

— ¿Ustedes son los que van a tocar en mi pub? — Nos pregunto; su voz era gruesa como la de un abuelo que cuenta historias. El marcado acento inglés me pareció curioso.

— Si — Le respondió Josh.

— Síganme — Pidió el hombre dándose vuelta y empezando a caminar rumbo el interior del pub.

Decorado con colores tierra y rojizos, con montones de mesitas, con parejas disfrutando de bebidas y besos, con el olor de café y vodka en el aire; así era el pub. El hombre – Que descubrí que se llamaba Daniel – nos iba hablando del pub, orgulloso del progreso de un pequeño rincón inglés en los Estados Unidos.

— Bien, ustedes tocaran allá — Dijo Daniel y señalo una pequeña tarima, las paredes alrededor de la tarima estaban cubiertas por cortinas rojas de algo que parecía terciopelo y habían varios instrumentos sobre este — Habrá una buena acústica — Aseguró — Como hoy es el día de San Valentín, me planteaba que tocaran unas buenas canciones románticas — Dijo mientras subía a la tarima — ¿Les molesta?

— Para nada — Le dijo Sam tomando el bajo del suelo. — ¿Ya empezamos?

— Sí — Dijo Daniel — Suerte — Nos deseó y bajo del escenario. Inhale y abrace el micrófono con los dedos. Ubique a los Cullen en una mesa cercana.

— Hola — Musite al micrófono sonriente y todas las personas se dieron vuelta — Nosotros somos Fly The Rock y vamos a tocarles hoy en San Valentín — La gente nos miro con curiosidad y Josh murmuro el nombre de la primera canción. Todos empezaron a tocar y yo tome aire lentamente.

When I was younger
I saw my daddy cry
and cursed at the wind
He broke his own heart
and I watched
as he tried to resemble it.

And my momma swore that
She would never let herself forget
and that was the day that I promised
I’d never sing of love
If it doesn´t exist

But darling,         
you are the only exception
you are the only exception
you are the only exception
you are the only exception

Las mujeres corearon las canciones conmigo, cantándoselas a sus parejas o viceversa. Tocamos nuestras canciones cursis, los solteros nos chiflaban a Sam y a mí, Daniel sonreía y en la mesa de los Cullen había sonrisas. Apenas terminamos la última canción cursi, el pub estallo en aplausos y yo sonreí emocionada.

— Gracias — Musito Sam desde su micrófono de coros y yo le guiñe un ojo dándole a entender que ella se despediría de la gente.

Modele frente al espejo repetidas veces; el vestido era lindo, rojo, corto, de seda. Suspiré, no sabía quién iba a ser mi pareja y ya estaba nerviosa.

Creo que eres la única persona que no se pone nerviosa para un concierto, pero si para un baile ¿No crees que es raro?

Ladeé la cabeza y moví las piernas frente al espejo, descalza; me senté frente al peinador y toque con cuidado los rizos blancuzcos, me termine de aplicar suave sombra negra en los parpados y un toque rojizo en los labios algo fuerte. Tomé mis bonitos zapatos de tacón negros y modele los zapatos frente al espejo, no muy convencida de que iba a ir a un baile.

— Ya estás bien — Me dijo Sam desde la puerta — Me gusta tu ropa. — La mire, ella llevaba un sofisticado y largo vestido turquesa que combinaba con su estilo.

— Tú también — Le dije sonriente, ella me puso mi cadena negra con dije de corazón y esta quedo colgando.

— Debes ponerte más accesorios — Aseguro y tomo unos pendientes con piedras de brillantes para después colgarlos en mis orejas. También me puso un brazalete de muchos eslabones unidos— Estas muy linda — Me dijo sonriendo — ¿Vamos? — Asentí y ella bajo las escaleras conmigo siguiéndole los pasos.  Llegamos al baile, la música sonando hizo que una sonrisa se dibujara en mis labios.

Me despedí de Sam y Josh – Justin y Zac habían ido por sus respectivas citas – y camine rumbo el gimnasio del instituto. ¡Dios! Era peor de lo que imaginaba.

Montones de niñas con vestido rosa, parejas besuconas, aire cursi y un gran Cupido de hielo seco. Camine con cuidado hasta el Cupido en la mesa del ponche y me serví un poco de refresco.
— ¿Sabes Cupido? — Le hable a la figura con una flecha en punta de corazón — Hacen un baile en honor a ti, ¡Y no bailas! ¿No crees que sea muy raro? — La figura de hielo siguió mirando al techo soñadoramente — Yo creo que sí. Si hicieran un baile en mi honor bailaría con mi cita — Lo mire — ¿No tienes una cita Cupido? Yo tampoco — Mire al ridículo querubín y rodé los ojos ¿Qué hacía yo hablándole a una figura de hielo? Me di vuelta pero choque con alguien. — ¿Qué te pasa hijo de…? — Me interrumpí al ver a Edward enfundado en un traje negro.

— Hola, Bella — Me saludo sonriendo tristemente. Mire fugazmente a mi alrededor y vi a Justin con su novia, me sonrieron.

— Hey — Le dije en un murmullo sabiendo que me escucharía. ¿Qué hacía Edward en el baile? Un pensamiento me atormento ¿Edward había invitado a una chica al baile? Casi pude escuchar como mi corazón se dividía en millones de pedacitos para después caer y sonar como cuando un vidrio se rompe. Después vi todo rojo ¿Quién era la perra que estaba saliendo con mi Edward? Me sorprendí de lo posesivos que eran mis pensamientos ¿Tanto me afectaba el que Edward tuviera a otra chica? Es decir, yo estaba…

Celosa.

Sí, estaba celosa. Observe con cuidado cada rostro femenino que se podía divisar, intentando adivinar el gusto de Edward en chicas ¿Le gustaban castañas? ¿Rubias? ¿De tez pálida? Todos los rostros me eran familiares, ¿Alguna le gustaba a Edward?

— ¿Bella? — Murmuro Edward cerca a mí. Demasiado cerca.

— ¿Si?

— ¿Bailas? — Me pregunto extendiéndome una mano.

— ¿Y tu cita? — Le pregunte frunciendo el ceño.

— No tengo — Musitó y yo –por un motivo desconocido – tome su helada mano — ¿Y qué pasaría si tuviera una cita? — Me pregunto.

— No bailaría contigo — Asegure— No me gusta robarle su cita a alguien más — Su mano se perdió en mi cintura y me empujo con delicadeza a través de la gente llegando a un lugar menos abarrotado. Nos empezamos a mecer con delicadeza al ritmo de una canción cursi y yo solté una risita, Edward me obligo a dar una grácil vuelta.

— ¿Qué? — Me pregunto frunciendo el ceño.

— ¿Sabes? Cuando me imaginaba como serian las cosas si volviera contigo, me imaginaba algo así — Le confesé.

— ¿Te imaginaste eso? — Me pregunto sorprendido.

— Varias veces me lo planteé — Le asegure — ¿Te molesta?

— No. — Me dijo sonriente — Al decir verdad, yo también me lo he planteado millones de veces.

La ola de culpa me azoto con violencia, si yo no fuera tan terca y rencorosa esto no estaría pasando.

No. Solamente aplicamos el karma, de manera dolorosa.

La jodida conciencia tenía razón. Pero ahora la herida era yo, me dolía no tener a Edward; me dolía no poder besarlo, no poder abrazarlo, no tener la posibilidad de celebrar con él mis pequeños logros, no quedarme con él hablando hasta tarde, me dolía no poder quedarnos en nuestro prado, no poder darnos mimos. Apoye mi cabeza en su pecho para que no viera mis lágrimas y me intente calmar.

No. Vale. La. Pena.

Eso era cierto, simplemente no valía la pena, suspiré y me aparte del pecho de Edward. Había que ser fuerte, por mí y por Edward; las mentiras y los escudos que había creado no se podían caer por ser una jodida sensible.

— ¿Bailarías otra canción conmigo? — Me pregunto y yo asentí suavemente. Me llevo afuera, a través del montón de adolescentes, aún se escuchaba la música y sus brazos envolvieron mi cintura. Me quite los tacones y abrace el cuello de Edward, él sonrió.

— ¿Qué? — Le pregunte y él negó con la cabeza.

— Es como el baile de fin de año — Me dijo — ¿Lo recuerdas?

— Si — Edward me dio una vuelta.

— Quiero empezar de nuevo, Bella — Musitó Edward y yo pare de bailar.

— ¿A qué te refieres?

— ¿Qué te parece si hacemos de cuenta que nada de esto ha pasado? Empezar de ceros — Me dijo mirándome a los ojos, yo baje la mirada — ¿Crees qué eso sea posible? — Me quede muda ¿Estaba durmiendo? ¿Justin me había dado marihuana? Esto…no estaba pasando, porque Edward no podía leer mi mente; yo quería empezar de ceros, quería hacer de cuenta que ninguna de estas mierdas había sucedido. ¿Sería tan fácil de hacer? Mire a Edward con curiosidad, yo no estaba muy segura de cómo carajos lo íbamos a intentar de nuevo. Pero, no perdíamos nada con intentarlo ¿Verdad?

— ¿Crees que funcione? Es decir, aún no te he perdonado  — Le dije frunciendo el ceño y bajando mis brazos a mis costados. Edward tomó mi rostro entre sus manos y yo suspiré.

— Me encargaré de eso, pero ¿Lo crees tú? ¿Crees que funcione? — Me pregunto en un murmullo. Yo ya había tomado mi decisión, nada perdía con intentarlo de nuevo; ya lo habíamos hecho una vez, ¿Por qué no de nuevo?

— Si — Edward sonrió y me beso la mejilla suavemente.

— Te prometo que no te decepcionaré — Aseguro y yo sonreí.

— ¿Crees que será muy complicado? — Le pregunte y él dudo un poco antes de responder.

— Creo que sí. Pero no será imposible — Me pare sobre las puntas de mis pies y bese su mejilla suavemente, él sonrió fugazmente. — Lo hiciste muy bien en el concierto — Me dijo y sonreí. Al menos por ese día iba intentar olvidar lo que ocurrió en el húmedo bosque y sus consecuencias.

— Tus cien dólares, Bella — Dijo Justin pasándome el dinero. El baile había acabado recientemente y estábamos en la cocina cenando algo.

— ¿Y…? — Le pregunte dudosa, él se sentó frente a mí.

— Te vi bailar toda la noche con Edward — Aseguró y yo suspiré al recordar la bonita velada junto a Edward. — ¿Lo disfrutaste?

— Mucho — Le confesé — Fue como volver en el tiempo y olvidar todo lo que había sucedido — Justin sonrió y yo mordí mi barra de cereales.

— ¿Y ya son novios de nuevo? — Me atoré con la barrita de cereales y tosí violentamente.

— No. — Le dije en un hilo de voz, producto del ahogamiento — Vamos a intentarlo de nuevo… si no funciona, no sé como quedaremos — Él frunció el ceño y me miro con curiosidad.

— Ojala que puedan solucionar sus problemas — Me deseó.

— Ojala — Murmure.  Subí a mi habitación, me puse la enorme camiseta negra y me metí en la cama a dormir lo que no había dormido en toda la noche.

Abrí los ojos y me estire en la cama, mire el reloj que marcaba las 6 am, recordé que era sábado y me hice un ovillo en la cama. Los golpes en la puerta me despertaron nuevamente.

— ¡No estoy! — Grite y escuche como la puerta se abría, asome la cabeza entre el enredo de cobijas en que estaba y Justin entró haciendo el moonwalker (1). Enarque una ceja y él sonrió.

— ¡Buenos días! — Me saludo sonriente y yo me senté con cuidado en la cama; me dolían los pies.

— Hola — Le dije con voz seca y poniendo una almohada en mi espalda — ¿Qué tal tu noche? — Le pregunté fingidamente interesada.

— Mejor que la tuya, por supuesto  — Me aseguro — Carlisle llamo, dijo que a la gente le encanto el concierto ¿A poco no es genial?

— Lo es — le conteste sonriendo levemente y abrazándolo con cuidado. Después me dijo que hoy íbamos a salir a una fiesta de Jessica Stanley, me negué rotundamente yo no iba a ir a nada que fuera de esas perras.

Mire como Justin se iba y me levante de la cama dispuesta a comer algo para no desmayarme durante el resto del día. Mientras mordía una manzana me puse a pensar que haría.

Por simple lógica, no debía acercarme a la casa Cullen este fin de semana: Por cuidado en los siguientes pasos que íbamos a dar con Edward, yo aún no lo había perdonado, era complicado hacerlo, también era estresante ver atrás; resultaba tedioso pensar en toda la futura odisea que íbamos a trazar juntos, escuche el ruido de la camioneta al irse y me acosté a seguir durmiendo hasta tarde.

El sueño no llegó a mí y pronto me encontré frente al x-box de Zac jugando una cosa rara de matar a los malos; torcí el gesto, fastidiada de haber perdido otra vida.
— Yo diría que los videojuegos no son lo tuyo — Dijo una voz a mi lado y yo pegue un brinco.

» (1) Moonwalker. Famoso paso de Michael Jackson en el cual camina hacia atrás sin despegar los pies del suelo.

Love&Blood.
 

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